viernes, 28 de agosto de 2009

Viviendas autosuficientes para que residas donde quieras

Redacción.-A.Rico Vivir con luz y electricidad alejado de la civilización o incluso en una isla desierta ya es posible gracias a las viviendas autosuficientes. Un proyecto pionero en España que han desarrollado dos empresas riojanas y que permite residir en cualquier lugar del mundo, ya que estas casas autónomas generan la electricidad que consumen sus habitantes, depuran el agua de la lluvia para el consumo humano y tratan las aguas residuales para reutilizarlas en otros usos como el riego de jardines.
Estas viviendas son el resultado de más de dos años de trabajo en I+D de la empresa de construcción de casas prefabricadas móviles Cofitor, que junto a la colaboración de la compañía especializada en la implantación de soluciones respetuosas con el medio ambiente Aema y la Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja (ADER), ha lanzado al mercado un producto totalmente innovador.

Estas casas inteligentes, que pueden construirse a gusto del cliente, están equipadas con diversos dispositivos que le permiten abastecerse de la energía que se necesita para el funcionamiento habitual.

La electricidad se genera a través de las placas solares que el edificio incorpora en el tejado. Sin embargo, en caso de que aumente el consumo, la vivienda está preparada para responder con mayor corriente eléctrica, ya que cuenta también con un aerogenerador y un generador de gasolina.

Caldera orgánica

La calefacción funciona mediante de una caldera de pellets, la cual se caracteriza por la energía que utiliza para la combustión: residuos procedentes de limpiezas forestales e industrias madereras, que posteriormente se trituran y se prensan. Este proceso también puede utilizarse para conseguir agua caliente, por lo que “es decisión del propietario escoger el método que prefiera”, explica el gerente de la empresa Cofitor, Pablo González.

Por su parte, el agua de la lluvia se almacena en pozos y sirve para el consumo. En el caso de las aguas residuales, éstas se tratan a través de una depuradora, lo que permite utilizarlas en otros usos como el riego de jardines.

Por el momento, las viviendas autosuficientes se han construido con el modelo Iregua que comercializa Cofitor. Sin embargo, “el equipamiento podría incorporarse a cualquiera de nuestras casas prefabricadas”, comenta el gerente de la empresa, quien añade que el prototipo construido “está pensado para que viva una familia de cuatro personas los 365 días del año”. Un ejemplar de esta construcción está expuesto en la sede de la empresa, en el Polígono Industrial Juncal de Albelda de Iregua, La Rioja.

Construcciones a medida de los clientes

Para Pablo González, estas viviendas ofrecen dos grandes ventajas por encima de cualquier otra casa prefabricada: “pueden ubicarse en cualquier lugar y son muy respetuosas con el medio ambiente”. Además, “están construidas con materiales de primera calidad”, como la estructura metálica de los inmuebles “lo que hace que estén mucho más aisladas del frío y el calor”, añade.

Asimismo, pueden construirse en función de los gustos y las necesidades de los clientes, lo que hace que varíe su precio. El valor de la casa prefabricada sin equipamiento para abastecerse de agua y energía oscila entre los 61.000 y los 63.000 euros. No obstante, el precio de venta cambia cuando se incorporan los dispositivos de aprovisionamiento en base a las personas que vayan a vivir en la construcción así como el área en la que ésta esté emplazada.

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